Filosofía Latinoamericana. Es difícil para los pensadores latinoamericanos independizarse tanto de la influencia colonial como del pasado indígena y emerger con un pensamiento propio fruto de una identidad firme y auténtica.La filosofía latinoamericana necesita descubrir su verdadero Ser, sin dejar de lado su historia ni sus antepasados, porque sería como renegar de los propios padres, teniendo en cuenta especialmente su realidad cotidiana, su ambiente natural, la aceptación del potencial humano y sus condiciones y la elaboración de un proyecto participativo auténtico.
Ninguna filosofía surgió de la nada, todas emergieron como una continuidad o por oposición a notables pensamientos anteriores; sin embargo, lograron notoriedad por el aporte que significaron o por la crítica oportuna que daba lugar a nuevos modos de pensar. Nuestra filosofía no nace por unos cuantos pensadores preguntandose quienes eran y cual era su presente, mas bien nace por un acto violento en el que una nación se impone a otra es decir la colonización y esto quiere decir que adquirimos sus costumbres, ideas y los pensamientos de Europa es decir de una cultura más avanzada tecnológicamente que en el pasado y ahora ha sido nuestro ejemplo a seguir. Copiarles a Europa es seguir atrás de ellos, Europa tiene un sistema en el cual ellos piensan que están arriba de nosotros y nosotros con gran independencia seguimos los pasos en el desarrollo de Europa, junto con teorías y corrientes filosóficas que nos hace seguir en el mismo punto. Por eso nosotros los latinoamericanos debemos olvidarnos de Europa por completo y crear nuestras propias corrientes filosóficas. Con respecto al resto del mundo se siente marginado, como todo el que no tiene muy claros sus orígenes pero que desea desesperadamente pertenecer a un grupo.
Esa necesidad de Ser lo que Es, lo lleva a adoptar modos de ser de otras culturas, con un origen, un pasado y una historia diferente.
El hombre latinoamericano, como un adolescente, quiere parecerse para poder diferenciarse.
El mundo latinoamericano se caracteriza por las riquezas de sus tierras y por la pobreza del hombre. La abundancia que falsamente nos enorgullece, no exige ningún esfuerzo, se puede obtener el sustento casi sin estirar la mano y también muchos se pueden morir de hambre.
Sin saberlo vivimos en un paraíso que puede transformarse en un infierno y que permanece en buena parte sin explorar; a la espera que el hombre nuevo se ponga en marcha y se atreva a ser adulto y dueño de su destino; porque los problemas son más sociales y morales que económicos.
Dejemos atrás la adolescencia y seamos adultos comprometiéndonos con un proyecto que permita a todos acceder a la educación, para terminar de una vez por todas con los excluidos de siempre, que son los que todavía tienen que luchar para hacerse un lugar.
Latinoamérica necesita unirse en una sola forma de pensar que permita al hombre desarrollarse en plenitud y vivir en paz.
Fuimos una cultura siglos atrás imponente y fuerte con nuestras propia forma de pensar. Recapitulando la historia pienso que momentos como la colonización y la historia dejaron a los ante pasados de Latinoamerica como los vencidos y complicadas formas de pensar, fue un momento trágico en el que se pensó solo en la independencia y liberación del hombre acomplejado y sufrido que se empieza a preocupar solamente por el individualismo como máxima potencia puesto que EL HOMBRE ES LO QUE HICIERON CON ÉL. Señores es tiempo de olvidarnos de la visión de los vencidos y empezar a forjar la gloria de nuestra histsoria trabajando en equipo. DAVID MANDUJANO VEYTIA.
Existe la filosofía latina
ResponderEliminarExiste la filosofía latina? Yo opino que si existe la filosofía latina, porque después de todo, la manera de ver las cosas para un latino a comparación de un alemán o un europeo es sumamente diferente. Lo que hace diferente la filosofía latina de la filosofía de otros lugares es nuestra visión, la visión que tenemos, pues nuestras experiencias a lo largo de la historia no han sido las mismas a comparación de Europa, etc, pues somos los vencidos, somos los conquistados. Pues cada uno habla de sus problemas como los siente y los piensa, por lo que en ellos ve. Para poder tener una filosofía latina, antes de todo, necesitamos saber la verdad, nuestra verdad como latino americanos. Pero no debemos confundir la verdad con la certeza, porque certeza es cuando aseguramos algo que en realidad no nos consta, si no que creemos es cierto mas sin embargo no está comprobado, y la verdad es algo que aseguramos, pero que tenemos la seguridad porque por ejemplo es algo que pudimos haber investigado o que nos consta. En nuestra América ha habido producción filosófica significativa. Nuestros pensadores han asimilado estructuras de pensamiento no sólo de Europa, también de Asia y otras culturas. Pues hay filosofía no solo en América latina, si no también fuera de América latina. También sabemos que para hacer la filosofía no basta con textos plasmados en papel, se necesita investigar en el folclor, en su historia, en sus costumbres, su teatro, su música entre otras cosas. Cabe aclarar que este pensamiento no deja de ser biográfico, por el simple hecho de que es histórico.
La respuesta adecuada a esta pregunta entonces está enraizada claramente a los diferentes contextos sociales, culturales y políticos y el sentido que se le ha dado a ella en las sociedades latinoamericanas. Es importante indicar que ya existen relevantes teorías que han intentado clarificar esta problemática, donde nos muestra el papel significativo de algunas obras claves y de ciertos autores latinoamericanos que lo muestran en el impacto de sus obras.
La teoría de una filosofía latinoamericana ha sido reformulada de diferentes maneras, y es interesante revisar las diferentes respuestas que se han dado a esta cuestión en el curso de muchos años. La filosofía latinoamericana se la ha entendido como una teoría y crítica del pensamiento latinoamericano, o se ha destacado el carácter “inculturado” de la filosofía latinoamericana. Asimismo, en los últimos años se le ha agregado la perspectiva de una filosofía intercultural.
La filosofía latinoamericana en estas tres décadas ha dado origen a importantes direcciones especulativas y teóricas. En todas estas diversas expresiones, más allá de sus innegables diferencias y matices, se ha intentado responder de una forma rigurosa a la cuestión de una filosofía latinoamericana, y en todas ellas me parece que la cuestión de la reflexión y de la crítica surge como una cuestión central para entender un nuevo modo de entender la filosofía en los contextos sociales y culturales de nuestros países.
ResponderEliminarLa cuestión de la filosofía latinoamericana exige me parece una profundización respecto de las diversas formas que asumen las racionalidades al interior de las culturas, en el que es preciso destacar que el saber, la reflexión y la reconstrucción crítica surge por doquier en las diversas formas de entender el pensar filosófico. La filosofía latinoamericana en esta rápida panorámica filosófica de los últimos años nos permite entender en su plena complejidad el entramado del pensar, pero no como algo exclusivo de la filosofía, ya que el pensar requiere ampliarse al conjunto de las racionalidades presentes en las ciencias sociales y humanas, que de un modo u otro, han reflexionado, en un nexo entre explicación y comprensión, acerca de los paradigmas de la modernización, de la modernidad y de la identidad cultural, por mencionar tres temas relevantes de estos últimos años. En este sentido, quisiera partir indicando que la cuestión de la existencia de la filosofía latinoamericana que nos convoca en esta Mesa acerca de filosofía latinoamericana, presupone responder por una filosofía que mantiene también relaciones muy profundas con la sociología, con la economía, la teoría política, y actualmente con la teoría de la comunicación.
Pero la cuestión referida al pensamiento crítico latinoamericano, yo pienso, existe una precomprensión de la racionalidad como algo exclusivo de las ciencias y de las racionalidades estructuradas a partir de una lógica científica, para decirlo de otro modo, hay un tipo de incomprensión acerca del espacio propio de la conciencia reflexiva y crítica en las culturas latinoamericanas como si ella fuera algo que se reduce únicamente a los intelectuales profesionales. El pensar es parte de una actividad cultural que está presente en las diferentes tradiciones culturales, y lo que cabe es mostrar como se despliegan estas diversas formas en los contextos.
CRISTINA CARRILLO BASSOL